miércoles, 7 de octubre de 2009

El Cid, héroe y leyenda

Si hay una figura heroica típicamente española, esa es probablemente El Cid, El Cid Campeador,
Rodrigo Díaz de Vivar, que es como verdaderamente se llamaba.
El Cid encarnaba todos los ideales de la época: caballero honrado, amante padre y esposo, religioso sin fisuras,
buen amigo, leal a su rey y a su gente, un lechado de virtudes, vamos. Tan conocido y famoso fue, que, ya en vida, se cantaron sus hazañas y unos cuarenta años después de su muerte el Cantar de Mio Cid, la gran leyenda épica del castellano, ya estaba totalmente difundida, algo completamente inusual, sobre todo si lo comparamos con la otra gran obra épica, la Canción de Roldán, obra francesa que fue escrita 300 años después de la muerte de su protagonista.
HISTORICIDAD
El Cantar del Mio Cid tiene muchas particularidades, pero algunas de ellas son más importantes que otras. Una de las más destacadas por todos los críticos, entre ellos Menéndez Pidal, es su historicidad. Esto es, en el Cantar todos los personajes son reales, probablemente actuaron como cuenta el Cantar y las hazañas bélicas ocurrieron realmente.
¿Por qué esto es así? No es normal que los poemas bélicos o los cantares de gestas sean verídicos, es imposible dejar de comparar el Cantar con la Canción de Roland, porque son los dos mejores ejemplos de la épica medieval, así que me explico:
  • En la obra francesa se cuetan grandes falacias históricas, por ejemplo, que Carlo Magno ganara a los moros en Roncesvalles y que liberara a toda la Península Ibérica de las huestes árabes, hay personajes históricos totalmente falsos, hay otros que vivieron siglos antes de que se diera la historia o siglos después, aparecen seres fantásticos, los moros son como diablos y España es un país histórico y fantástico, pero la gente a la que iba destinada esta canción nacieron tres siglos después de los hechos y estaba separada de España por centenares de kilómetros, probablemente para ellos los moros eran realmente gente exótica.
  • En el Cantar de Mio Cid no pueden darse las mismas características de la otra obra: Rodrigo Díaz era muy conocido, tanto que en vida ya se escribieron obras en latín sobre su heroicidad. Cuando se divulga España está ocupada en más de un tercio por los moros, por lo que es lógico que estos se presenten como gente normal, con nombres normales, todo el mundo conocía a alguien de esta cultura, los personajes como hemos explicado anteriormente son rigurosamente históricos, y es que no sería extraño que algunas de las personas que oyeran el Cantar hubieran conocido en vida al Cid cuando eran jóvenes, por todo esto, no aparecen además elementos fantásticos, excepto la dilatación en el tiempo de la toma de Valencia y también la aparición del león para aterrar a los Infantes de Carrión y probar su cobardía (elementos fantásticos menores, si se mira bien).

ESTILO

El Cid está escrito en tiradas, es decir, que las estrofas no terminan hasta que no termina un tema, y el metro usado es de sílabas variables o anosilábico, y asonante. Usa arcaísmos más propios de épocas anteriores que de la época en la que se escribió y se notan aragonesismos en su léxico.

AUTOR
Es muy difícil establecer el autor de El Cantar del Mio Cid. Aparece una nota en uno de los manuscritos que dice que "lo escrivió Per Abbat", pero parece que este fue un simple copista porque en esa época escrivir significaba copiar o transcribir, lo que la mayoría de los autores barajan es que fuera escrito por un juglar de Medinaceli su parte más histórica (1er y mitad del 2º canto) y por uno de San Esteban de Gormaz el resto. Pero seguro que estos dos juglares ya recopilaron material anterior que los juglares usaban en su trabajo, recordemos que El Cid fue un héroe muy usado por los juglares en sus temas desde antes de su muerte.

PERSONAJE HISTÓRICO
Ciertamente El Cid existió, ciertamente era señor de Vivar y fue un héroe en su época, pero no exactamente como lo cuenta El Cantar, en estos momentos probablemente El Cid sería considerado un mercenario, es decir , aquel que se vende al mejor postor para ayudarle en su defensa personal o de sus territorios. Y eso el Cid con sus huestes, tanto luchaba con los cristianos contra los moros, como con los moros contra los cristianos, una prueba de ello es que tuvo tanta fama entre los reinos moros de España que le llamaban Sidí, Señor, de ahí El Cid. Pero El Cid transciende de su personaje histórico, encarna el patriotismo, la honraded y la heroicidad, como ya hemos dicho, que necesitaba el pueblo de la época y que luego ha necesitado el pueblo de muchas otras épocas posteriores en España, cuando nuestro país sufría etapas de nacionalismos exacervados, injusticias o guerras. La España de héroes y de guerreros ha hecho flaco favor a nuestra historia, por eso el político Joaquín Costa dijo en el s. XIX que habría que "echar doble llave al Sepulcro del Cid para que no volviera a cabalgar de nuevo" (doble llave y no siete llaves como dice mucha gente).
Como veis he elegido una foto de Charlton Heston, que llevó al Cid a la pantalla para ilustrar esta parte, y es que este señor en la vida real encarna, a mi entender, el ideal de belicosidad que acompañó al héroe del Cantar, aunque en esa época probablemente era lo correcto y ahora una insensated. ¿Habéis visto Bowling for Columbine? Os la recomiendo, os dará una imagen del Heston bastante próxima a lo que quiero transmitir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario