domingo, 29 de noviembre de 2009

DQ I

Hay pocos libros que hayan influído tanto en la literatura universal como este del loco genial Don Quijote de la Mancha, el Caballero de los Leones, otrora el Caballero de la Triste Figura, especialista en "socorrer doncellas y desfacer tuertos". Muchos críticos dirían que El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha es el libro más importante de la literatura de todos los tiempos exceptuando a la Biblia, yo no me atrevo a tanto, tenemos ahí novelas que han marcado a los escritores de su generación y posteriores y sin cuyo influyo sería imposible la literatura actual: el Ulises de Joyce, en Busca del Tiempo Perdido de Marcel Proust, son sólo un par de ejemplos.

Pero no cabe duda de que El Quijote es una gran obra maestra, compleja, completa, moderna (supuso el inicio de la novela moderna) y de una increíble heterogeneidad.

Sí, el Quijote es tocho. Es verdad, pero enfréntate a leerlo sin presiones, por gusto, de verdad, es una novela apasionante, es tan grande en todos los sentidos, que siempre que la lees de nuevo parece que es la primera. Eso sólo puede ocurrir con las obras maestras.

En esta entrada sólo vamos a hablar de la Primera Parte, y me resisto a decir cómo empieza El Quijote, ya estoy aburrido que todo el mundo diga esas primeras frases, aunque no lo haya leído.


Personajes:
  • Don Quijote: Don Quijote se ha convertido en un arquetipo, no sé si Cervantes quiso que así fuese desde el principio, pero lo cierto es que consiguió idear un personaje símbolo de muchas cosas: sueños, nobleza, honestidad, solidaridad, caballerosidad. Etc. Alonso Quijano es un hidalgo (baja nobleza) bastante pobre, tanto que ni siquiera llega al rango de poder ser llamado Don. Su gran pasión es la lectura, sobre todo novelas de caballerías, tanto le apasiona este tema que al final su mente sucumbe y decide resucitar la Caballería Andante y convertirse en uno de sus adalides. Don Quijote es un esperpento, la mitad de su armadura es de cartón, su celada ( ese casco de metal que llevan) es una especie de jofaina, y su caballo apenas puede con sus propios huesos, pero su interior es tan grande que representa todas las virtudes antes mencionadas. Su locura es jocosa, tierna, heroica y patética, una mezcla de todas ellas.
  • Sancho Panza: es la realidad, la tierra, el tipo gordinflón que se deja seducir por la posibilidad de ser una persona importante (Don Quijote le promete el gobierno de una 'ínsula', ¡en medio de La Mancha!). Pero también es la persona fiel, el perrillo que seguiría a su amo hasta el final del mundo, el complemento perfecto de Don Quijote.
  • Dulcinea: realmente Dulcinea no existe. Es un ideal, es la belleza, el sueño inalcanzable, la musa. Don Quijote se ha enamorado de lo que representa pues realmente no la conoce, y está dispuesto a matar a quién sea que no reconozca la belleza y virtuosismo de su amada, aunque según Sancho, Aldonza Lorenzo, verdadero nombre de Dulcinea, es grande y fuerte, tanto que podría vencer a cualquier mozo de su aldea en el lanzamiento de hierro ( un deporte local).
  • La sobrina y el ama: son la parte cuerda de la historia, no tienen ambiciones más que Don Quijote se recoja en casa y guarde de su hacienda. El ama será la encargada de quemar los libros de Don Quijote, la fuente de su mal.
  • Secundarios: Cardenio, el cautivo, etc. Hay muchos personajes secundarios en El Quijote. Voy a destacar unos cuantos. El Barbero y el Cura, amigos de Don Quijote y los encargados de seleccionar los buenos y los malos autores y de salvar sólo unos cuantos de la quema del ama, entre ellos el libro de caballerías por excelencia, El Amadís de Gaula. Cardenio es el protagonista de una novela inserta en el Quijote, "la historia de Cardenio". Su importancia radica en que es un personaje que se vuelve loco como Don Quijote, pero loco de amor y en que influyó mucho en la literatura de la época, tanto que Shakespeare hizo una comedia sobre esta historia (desgraciadamente se perdió). El cautivo es otra de las novelas insertas en El Quijote.

Temas

  • Contra las novelas de caballerías. Este es el tema central que hasta Cervantes nos cuenta en el prólogo y durante toda la obra, la mofa de las exageraciones de esta literatura
  • La locura vs. la libertad.
  • El honor.
  • Las costumbres sociales
  • Buena y mala literatura.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Un faltón de Narices: Quevedo

Hoy toca Quevedo, el faltón de faltones, no dejó títere con cabeza, provisto de una pluma mordaz, hiriente y ajeno a toda sensibilidad, se metió con compañeros literatos, mujeres dignas e indignas (fue un gran misógino, si no sabes lo que significa esta palabra aprovecha y búscala en el diccionario), con feos y contrahechos, etc. No es que él mismo fuera un dechado de virtudes, era más bien bajito, regordete, un poco cegato y patizambo, pero tenía una lengua más afilada que una navaja y lo que es más importante, un ingenio prodigioso.
Francisco de Quevedo fue la punta de lanza del conceptismo, una de las más influyentes corrientes de la literatura barroca, junto con el culteranismo.
Pero antes de hablar de esto vamos a dar algunos apuntes de su biografía.
Quevedo nació en Madrid en 1580 y murió en 1645 en Villanueva de los Infantes, sus padres eran cortesanos de la Baja Nobleza, es decir, eran aristócratas que trabajaban en la Corte, por lo que su infancia se pasó entre las altas esferas de la política. Estudió en Alcalá de Henares, pero sin llegar a ordenarse sacerdote. Él mismo trabajó para personajes de la Corte como secretario o valido toda su vida, hasta que sus desavenencias con el Conde Duque de Olivares hacen que sea expulsado de la Corte y se retira a sus dominios en la Tore de Juan Abad, donde acaba sus días.


Conceptismo:
Muchas veces nos han dicho que el conceptismo era la otra gran corriente de la literatura barroca contraria y antagónica al culteranismo, esto no es exacto, es cierto que ambas corrientes divergen, pero también convergen en algunos aspectos.
Como hemos dicho Quevedo es la máxima figura de esta corriente, también el máximo enemigo de la cabeza de la otra corriente, Góngora y su culteranismo. Si el culteranismo es oscuridad, el conceptismo es claridad, si el culteranismo prefiere la forma al fondo, el conceptismo prefiere el mensaje al continente. O sea, el conceptismo se preocupa de una manera ingeniosa, optimizando el lenguaje y buscando el término preciso, de explicar y profundizar en los temas aportando el máximo número de ideas en el mínimo espacio.
Pero se juntó con el culteranismo en hacer del lenguaje una manera expresiva sin igual hasta ese momento. Casi todos los anticulteranos, como Quevedo, incurrieron en el culteranismo de alguna u otra forma y casi todos los gongoristas como el mismo Góngora, se preocuparon también por el mensaje y no sólo por la abigarrada forma de transmitirlo.

Obra de Quevedo
Las características de su obra son: la riqueza temática y expresiva, el esfuerzo que hacía por burlarse de los demás, la mezcla del cultismo con la picaresca, unos recursos lingüísticos muy ricos, como los cambios gramaticales y semánticos, la abundancia de superlativos, parodias sobre hombres, etc. Su obra tenía un carácter moderno ya que utilizaba expresiones raras y delicadas, dejando de lado el uso de la retórica de la época.

Veamos un ejemplo de su obra, no te lo pierdas, El PEDO:
Alguien me pregunto un día
¿Qué es un pedo?
y yo le conteste muy quedo:
el pedo es un pedo;
con cuerpo de aire y corazón de viento
el pedo es como un alma en pena
que a veces sopla, que a veces truena
es como el agua que se desliza
con mucha fuerza, con mucha prisa.
El pedo es como la nube que va volando
y por donde pasa va fumigando,
el pedo es vida, el pedo es muerte
y tiene algo que nos divierte;
el pedo gime, el pedo llora
el pedo es aire, el pedo es ruido
y a veces sale por un descuido
el pedo es fuerte, es imponente
pues se los tira toda la gente.
En este mundo un pedo es vida
porque hasta el Papa bien se lo tira
hay pedos cultos e ignorantes
ls hay adultos, también infantes,

hay pedos gordos, hay pedos flacos,
según el diámetro de los tacos
hay pedos tristes, los hay risueños
según el gusto que tiene el dueño
Si un día algún pedo toca tu puerta
no se la cierres, déjala abierta
deja que sople, deja que gire
a ver si hay alguien que lo respire.
También los pedos son educados
pues se los tiran los licenciados,
el pedo tiene algo monstruoso
pues si lo aguantas te lleva al pozo
este poema se ha terminado
con tanto pedo que me he tirado.


Para terminar, diremos que en su obra poética, al igual que en la prosa, tiene dos caras, la cara seria y la cara burlesca. Las dos caras reflejan la frustración y el pesimismo vital que le caracterizan. Su poesía es de estilo conceptista. Con este estilo se opone a la escritura de Góngora, aunque también sea una expresión de su personalidad. Utiliza recursos como los juegos de palabras, la hipérbole o la animalización caricaturesca. Uno de sus poemas más conocidos es “Amor más allá de la muerte”. “A una nariz” es uno de sus poemas burlescos. También son muy importantes su “oda al sueño”, “letrillas llenas de donaire”, “jácaras o canciones de malevaje” y sus “sonetos eternos”.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Érase un hombre a una nariz pegado: Góngora.

Entro en el proceloso mundo de la lírica barroca con uno de sus revolucionarios, podríamos decir que EL REVOLUCIONARIO, así con mayúsculas, Luis de Góngora y Argote, el narigón del que Quevedo hizo burla en el soneto que da nombre a esta entrada.
Góngora vino al mundo en Córdoba en 1561 y murió en la misma ciudad en 1627. Nació en una familia aristocrática y se ordenó religioso tras estudiar en la Universidad de Salamanca, como religioso tuvo varios trabajos para la Catedral de Córdoba y también sirvió en la corte llegando a ser capellán de Felipe III.
Por los escritos que de él hizo Quevedo sabemos que aunque cura era un vividor. Gustaba de juergas, vinos y mujeres, y aunque fue acusado de homosexual se le conocieron varios romances y amancebamientos con mujeres, lo que no era muy correcto para un sacerdote.
Una de las cosas que más ha trascendido a la historia fue su enemistad con Quevedo y Lope, sobre todo con el primero, traducida en numerosas letrillas y versos de guerra entre uno y otro autor, parece que todo empezó cuando Quevedo sacó unos poemas imitando el estilo de Góngora, bajo el seudónimo de Miguel De Musa, Góngora, conocedor de esto, no lo permitió y empezó a atacarle con su artillería más pesada, la literatura. La guerra no acabó hasta la muerte del cordobés.

Su obra
Antes hemos dicho que Góngora fue un revolucionario, ahora explicamos porqué. Su literatura siempre fue rebuscada, oscura y de gramática y léxicos complicados, pero fue a raíz de su segunda época artística, con la publicación de su extenso poema Fábula de Polifemo y Galatea, y sobre todo con Soledades, cuando su fama llegó a lo más alto y se granjeo un gran número de admiradores y detractores. Con Soledades se asientan definitivamente las bases del culteranismo, también llamado gongorismo, término al principio peyorativo impuesto por los seguidores de una literatura más sencilla y más basada en el mensaje que en la belleza de la forma, que seguían los conceptistas. Culteranismo recuerda a Luteranismo, el movimiento hereje seguidor de Lutero, por eso el concepto negativo.
El culteranismo se caracteriza por: más interés en la estética y en la versatilidad de la lengua que en el mensaje, se buscaba decir poco con muchas palabras que al contrario. Hay mogollón de alusiones y elusiones de palabras, metáforas puras, hiperbaton, hipérboles (o grandes exageraciones), paronomasias (usar palabras cercanas que se parecen mucho en su sonido pero que no significan lo mismo como 'no es lo mismo cansado que casado'), juegos de palabras, perífrasis ( o dar rodeos para explicar algo), etcétera.

Un ejemplo:
Extacto de la Fábula de Polifemo y Galatea:

Era del año la estación florida
en que el mentido robador de Europa
--- media luna las armas de su frente,
y el sol todos los rayos de su pelo ---,
en campos de zafiro pace estrellas...

Explicación de Dámaso Alonso sobre las líneas anteriores:

Era aquella florida estación del año en que el Sol entra en el signo de Tauro (signo del Zodíaco que recuerda la engañosa transformación de Júpiter en Toro para raptar a Europa). Entra el Sol en Tauro por el mes de abril, y entonces el toro celeste (armada su frente por la media luna de los cuernos, luciente e iluminado por la luz del Sol, traspasado de tal manera por el Sol que se confunden los rayos del astro y los pelos del animal) parece que pace estrellas ( que de tal modo las hace palidecer ante su brillo) en los campos azul zafiro del cielo.”

La literatura culturana es oscura, difícil de interpretar, llena de cultismos y latinismos, y que exige una atención muy alta y una gran concentración para captar su sentido, pide que el lector sea parte activa, busca el intelecto del lector.
Contó con detractores famosos como: Lope, Quevedo o Juan de Jáuregui, que seguían una corriente denominada conceptismo, aunque en realidad el conceptismo y el culteranismo llegan a tocarse, pero también contó con grandes defensores como el Conde de Villamediana o Sor Juana Inés de la Cruz.