jueves, 1 de noviembre de 2012

Dicen que la pereza es uno de los pecados capitales.

Hace mucho tiempo que no escribo en mi blog. Y eso que lo que más me gusta en el mundo es la literatura, enseñarla, compartirla y, sobre todo, LEERLA.
Así que me pregunto a mí mismo, ¿por qué tanto tiempo sin escribir? Y yo mismo me contesto: por pereza.  Por eso el título de esta entrada, uno no cree mucho en el pecado, más bien nada, cree en la moralidad y la inmoralidad, y la pereza, si no queremos llamarla pecado (¡y uno de los capitales!) desde luego es una inmoralidad. 
Díaz Plaja murió ayer en Uruguay, fue uno de los pensadores españoles más irreverentes y uno de sus libros se llamaba precisamente Los pecados capitales del español, iba repasando de una manera sociológica, aunque muy socarrona, cada uno de los pecados capitales y su relación con la forma de ser del español, el capítulo de la pereza es impresionantemente ameno y real, tan real que duele.
Pienso ir dejando de lado la pereza, ir olvidándome de ella e ir empezando a escribir de forma continuada en mi blog, por eso este canto de mea culpa inicial.
Que sirva esta entrada de manifiesto de intenciones.
 
 

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