miércoles, 4 de mayo de 2011

De Dioses y Teatro



Hoy hablamos de la Tragedia, comenzando por la tragedia griega clásica y terminando en el siglo XVII, pero no huyáis, trataré como siempre de explicarlo de una forma amena y clarita.
Empezamos con una curiosidad, este género teatral clásico tuvo su origen en la Grecia Clásica, y este origen estaba vinculado a festividades religiosas, por supuesto el origen de su nombre también es griego y significa literalmente, "Canto del Macho Cabrío", los actores actuaban envueltos en piel de cabra y el dios Pan, también Priapo, (dos dioses vinculados a las fiestas, la sensualidad y la juerga) tienen una estrecha vinculación con el Macho Cabrío.
¿Y qué cuenta el Canto al Macho Cabrío, la tragedia? Pues la historia dramática, dura, de unos personajes progatonistas que se ven enfrentados de manera misteriosa e inevitable contra el destino o los dioses, moviéndose casi siempre hacia un desenlace fatal, un final verdaderamente duro, de pena vamos, arrastrados por una fuerza ciega: el destino, que siempre es anunciado por un oráculo.
O sea que tenemos a un protagonista enfrentado a los dioses y a su destino, fqe un oráculo (un adivino que habla en boca de los dioses) le ha revelado. El protagonista no podrá hacer nada para evitar su destino. En la tragedia griega clásica los protas son dioses, héroes, reyes, nadie del pueblo.
Este género teatral era representado por pocos actores, los que representaban a los dioses llevaban coturnos, una especie de zancos que los hacía más altos que el resto para destacar su divinidad. Los actores iban acompañados por un coro, un conjunto de varios actores que iban relatando la acción, había un personaje que conectaba a los actores con el coro, servía de enlace, ese se llamaba corifeo.
Los autores más famosos por su calidad, llegaron a ser celebridad en su época, fueron Sófocles, Eurípides y Esquilo, como los nombres no son muy fáciles de recordar tengo una regla nemotécnica para hacerlo, atención que es un poco chorrada: "No te Sofocles Eurípides que te Esquilo", ya ves es una chorrada pero funciona. Estos tres autores escribieron sus obras alrededor de 400 años antes de Cristo, y ya sentaron las bases de la tragedia entonces, al final siempre parece que no hemos inventado nada.
Los romanos, que copiaron todo de los griegos, sobre todo en lo que a las artes y la religión se refiere, también copiaron los modelos de la tragedia griega, pero sin vincularla a las festividades religiosas. Su primer autor fue Livio Andrónico. Hay algo que decir de la tragedia romana, no era tan refinada ni tan buena como la griega, probablemente porque los romanos, como buenos mediterráneos preferían la comedia.
La Edad Media no fue una buena época para la tragedia, que no encontró un renacer hasta el Renacimiento y el Barroco, siglos XVI y XVII, y ese renacer lo encontró sobre todo en Inglaterra, España y Francia.
Vamos a citar los siguientes:
  • En España a Lope de Vega y Calderón de la Barca que compusieron verdaderas tragedias a pesar de titularlas comedias. De Lope podemos citar Fuenteovejuna, de Calderón La Vida es Sueño. Hay que recordar que Lope fue el gran renovador, incluso podemos decir que el creador, del teatro español, una figura comparable a la de Shakespeare en Inglaterra, ya hemos hablado en este blog de ellos.
  • En Francia, Corneille, cuya tragedia tiene como protagonista al Cid, sí, el mismísimo Rodrigo Díaz de Vivar, y Racine, cuya obra principal fue Medea ( y ese sí que es un dramón, una mujer desesperada por el abandono de su marido mata a sus dos hijos, lo que más quiere en el mundo suicidándose después).
  • En Inglaterra, Shakespeare, junto con Lope el otro monstruo del teatro, con por ejemplo Hamlet y MacBeth, y Ben Jonson con Volpone.
En tiempos más modernos la tragedia se ha seguido representando y escribiendo, tenemos a Lorca con La Casa de Bernarda Alba o Bodas de Sangre, por ejemplo, pero ya tenemos suficientes datos para comprender un poco qué es la tragedia clásica y cómo ha evolucionado.
Recordamos brevemente: el protagonista, de clase elevada pues es un héroe, rey o dios, se ve enfrentado a los dioses y, sobre todo, a un destino que no puede evitar y que ha sido revelado por un oráculo; tiene un final siempre nefasto para el protagonista. Se representa con pocos actores acompañados por un coro, aunque en las tragedias modernas esto evoluciona hacia un teatro más convencional, como lo conocemos ahora.







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